Santo Domingo.-El pasado 16 de agosto, fecha simbólica para el gobierno dominicano por ser el aniversario de la toma de posesión presidencial, el general retirado y presidente del Partido Cívico Renovador (PCR), Jorge Zorrilla Ozuna, quedó en espera de un nombramiento en el tren gubernamental . Su desconcierto y frustración fueron evidentes tras las declaraciones que ofreció, donde expresó que confiaba en que recibiría un cargo público, dadas las promesas previas del presidente Luis Abinader.
“Yo mismo entendía que podía ser nombrado el 16 de agosto”, manifestó Zorrilla Ozuna en un audio que rápidamente se hizo viral en las redes sociales. En dicho audio, el líder del PCR afirmó que su partido aportó un 0,57% de los votos en el nivel presidencial durante las elecciones y agregó que esos casi 25 mil votos fueron esenciales para la victoria del mandatario. “Los militantes y la comisión política entendíamos que sería nombrado por decreto”,
La situación ha generado un notable malestar dentro del Partido Cívico Renovador, que se siente traicionado por el presidente Abinader tras haber sido parte de la alianza que lo llevó al poder. Según las declaraciones de Zorrilla Ozuna, se esperaba que ese respaldo político se viera reflejado en un puesto dentro del gabinete o alguna otra designación.
El reclamo tiene aún más peso si se recuerda el acontecimiento ocurrido en octubre del año pasado, cuando Zorrilla Ozuna se sorprendió a la audiencia en un acto público al hacer jurar al presidente Abinader que lo tomaría en cuenta para un cargo en el tren gubernamental “desde ahora y después”. Este episodio, que también se viralizó, generó amplias expectativas entre sus seguidores, pero la promesa aún no se ha hecho rialidad.
Zorrilla Ozuna, un influyente político y exmilitar, cuenta con una base de apoyo considerable dentro de las fuerzas armadas retiradas y otros sectores del PCR. El que no se le haya dado un espacio en el actual gobierno podría afectar no solo la relación entre el PCR y el PRM, sino también la dinámica de las alianzas partidarias en las próximas elecciones.
La reacción de Zorrilla Ozuna plantea preguntas sobre la estabilidad de las alianzas que mantienen al PRM en el poder y si otras agrupaciones políticas que también han mostrado su apoyo al gobierno podrían comenzar a expresar su malestar por situaciones similares. Por el momento, el presidente Abinader no ha respondido públicamente a las declaraciones de Zorrilla Ozuna, lo que deja abierta la incertidumbre sobre el futuro de la relación entre ambas figuras políticas.